Las situaciones que nos producen un problema o conflicto, pueden venir de nuestro interior, nuestro pasado o surgir de agentes externos en los cuales no podemos influir (padres, parejas, compañeros de trabajo, socios, condiciones laborales, condiciones domésticas, tradiciones, clima, etc.).
La escritura, como herramienta de expresión, nos permite encontrar por medio de la creación, la reflexión y la conversación interna, una forma de identificar aquello que nos molesta, conocer nuestros sentimientos y realizar acciones que nos permitan entender cómo estamos. Logrando poco a poco que esas situaciones o conflictos dejen de afectarnos negativamente.